Los terremotos que sacudieron Turquía y Siria el 6 de febrero devastaron edificios y costaron miles de vidas. La reconstrucción completa llevará varios años.
Inmediatamente después, todos los productores de acero turcos, estuvieran o no ubicados en la zona del desastre, solo estaban preocupados por ayudar en los esfuerzos de socorro. Las operaciones comerciales fueron suspendidas indefinidamente. Se están empleando transportes, maquinaria, equipos y edificios para apoyar las labores de rescate en la región afectada.
No está claro cuándo se reanudarán la producción de acero y la actividad marítima en Turquía. El puerto de Iskenderun, por ejemplo, ha sufrido graves daños y se están desviando los cargamentos entrantes, incluidos los de chatarra de acero. Las acerías turcas han cancelado pedidos de ventas, algunas declarando fuerza mayor, sin indicar cuándo podría reiniciarse la producción en las instalaciones afectadas. Las cartas de crédito no pueden presentarse ni modificarse en ausencia de servicios bancarios locales.
La tendencia a corto plazo para los largos es incierta
Los productos largos, por el contrario, experimentaron movimientos de precios negativos casi universales, mes a mes. Sin embargo, es probable que este sector sienta el efecto de la disrupción turca más rápidamente que los pisos.
Sin embargo, las perspectivas de demanda, especialmente para la construcción, son débiles. La alta inflación y los crecientes tipos de interés han paralizado las nuevas obras de construcción de viviendas en toda Europa. Como consecuencia de ello, las existencias de acero siguen siendo relativamente altas, a pesar de los esfuerzos por reducirlas.
Dentro del sector de los largos, los productores de vigas han sido los más activos a la hora de presionar para conseguir precios más altos, con poco éxito.
Los distribuidores se muestran reacios a reponer existencias a niveles cercanos a los valores de venta, en medio de las malas condiciones del mercado. Gran parte de su stock actual se compró en el pico anterior, a mediados de 2022.
El aumento de los precios de la chatarra se ha visto compensado por la disminución de los costes energéticos. Sin embargo, la ausencia forzada de compradores turcos está invirtiendo la tendencia, provocando que los precios de la chatarra bajen. Es probable que cualquier intento de aumentar los precios del acero sobre la base del costo fracase en el corto plazo.
Las necesarias obras de reconstrucción en Turquía, una vez que puedan comenzar, alterarán el flujo de chatarra y material estructural. Las fábricas locales se concentrarán en obras nacionales y otros productores regionales intentarán compensar cualquier déficit. Dentro de Europa, las materias primas y los productos laminados de acero podrían volverse menos abundantes y los precios subirían.
Hora de publicación: 20-feb-2023